La perseverancia al pedir algo a Dios

Porque todo el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que llama, se le abre.

En este versículo puedes darte cuenta que los verbos mencionados: pedir, buscar y llamar acciones que son continuas y persistentes. Jesús podría haber dado esta enseñanza de una manera totalmente diferente, podría haberle enseñando a sus discípulos: “Pidan una sola vez, busquen un poco y llamen una sola vez”.

Pero este versículo nos lleva a una gran interrogante: ¿Por qué siempre que pedimos hay una especie de retraso? ¿Dios no desea respondernos? Y si Él tanto lo desea porque es tan importante la constancia y la persistencia.

Dios sabe de antemano todo lo que te proveerá para tus necesidades y para cada aspecto de tu vida muchísimo tiempo antes de que tú incluso se lo pidas, El podría darte lo que necesites inmediatamente, si de todos modos Él ya lo sabe. Pero usualmente no es su forma de ser. El tiene propósitos mucho más grandes para esa petición que tu le estás haciendo, el hecho de pedir y recibir se queda corto en comparación con el plan Él tiene para tu vida. Él lo que desea es que aprendas más acerca de quién es Él.

Muchas cosas suceden entre el momento en que tú haces una petición a Dios y recibes una respuesta de parte de Él. Muchas veces no nos damos cuenta de las cosas que están sucediendo ya que solo vivimos a la espera de una respuesta de parte de Dios. El hecho de que tome tiempo esa respuesta hace que nuestro clamor hacia Dios sea intenso, tan intenso que incluso le pediremos a personas que oren por nosotros y ya no serás solo tú pidiendo por algo si no hay más orando por lo mismo. Cuando finalmente Dios responde, queda en nosotros recuerdo palpable de la bondad de Dios. Es por eso que Dios no puede contestarte como nosotros quisiéramos. Porque si recibieras una respuesta inmediata no le daríamos importancia a nuestras peticiones y ninguna respuesta de Dios se convertiría en testimonio en nuestra vida o en un recuerdo palpable de su bondad. Una debilidad de los humanos es que olvidamos fácilmente las cosas buenas.

Respuestas inmediatas a peticiones aumentarían la facilidad para olvidar las bendiciones de Dios.

¿Cuántas oraciones has dejado atrás y olvidadas porque pareciera que dios no te está escuchando? Si Él no ha dado un “NO” definitivo, quizá lo que Él desea es que te acerques más a Él y que puedas establecer una mejor percepción de su provisión para tu necesidad. No solo pidas, busques y llames; sino que MANTENTEN pidiendo, buscando y llamando. Esos tiempos de perseverancia y constancia llevan a un gran y memorable recuerdo y experiencia de la bondad de nuestro Dios.

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